Escrituras desgarradas: consagrar la herida en el cuerpo
El eje de esta exposición es la transfiguración y redención de la herida psíquica en su expresión corporal. Mediante el gesto de la consagración y la metáfora del desgarro en la propuesta visual, las series aquí recogidas emulan un viaje interior de autoconocimiento y reconciliación, en el que emergen formas no asimiladas e indiscernibles. Al explorar el dolor y las propias sombras en dicho viaje, es posible conectar con afectos y sensaciones que escapan a lo humano. A través de trazos ilegibles, figuras orgánicas, tejidos o restos óseos apenas perceptibles, estas obras nos invitan a pensar en la manera en que nos relacionamos con lo que dentro nuestro pulsa inconcluso, expresándose de forma inconsciente en nuestros cuerpos, nuestras palabras o nuestros gestos.
Se reúnen aquí cuatro series: Estereotipias, Talismán, Bestias Desconocidas y ALTAR. El proceso de creación incorpora capas que incluyen el dibujo a grafito, la descomposición de trabajos anteriores, la gestualidad de una escritura inconsciente y la experimentación digital. El procedimiento se nutre de la desmaterialización de sus primeras fuentes visuales, evocando una destilación alquímica, donde se separan y reensamblan componentes para extraer una esencia, demarcando hitos dentro del proceso de transformación interior.
Recorrer estas imágenes permite vincular con esos reflejos del propio cuerpo que aparecen en sus estratos: existe una memoria somática que se activa al reconocer ciertas luces y caminos. En este sentido, estas obras se inscriben dentro de una búsqueda mística que se inicia en el propio cuerpo, en la que la experiencia de lo sagrado se muestra de manera elusiva, o bien, como fuerzas misteriosas y ocultas en las que reina la incerteza. Estas obras se sitúan así en los lindes de lo apofático y las poéticas negativas, recordando la manera en que los visionarios cristianos se relacionaban con la manifestación de lo divino.
Lily Jiménez, académica Universidad de Chile






